25 de diciembre de 2012

Despues...

Pude engañar a todos...excepto a mi.

Después de salir por aquella puerta me dediqué a sonreír...sonreí a lo pendejo...quería fingir que todo estaba bien...aunque de antemano sabía que no era así.

¿Qué podía hacer?...

¡Pues si! Continuar viviendo. No era, ni fue el fin del mundo, quizá si del que conocía y con el que un día soñé, pero afuera algo mejor estaba viniendo.

Un año después, aquí estoy, escribiendo sobre lo vivido, viviendo, amando, gozando la vida.

Aprendí que cuando alguien no te ama, no tiene caso desgastarte ni dedicarles los mejores años de tu vida,

Hoy, sólo puedo sonreír, ya no finjo, lo hago por convicción y satisfacción.

Un año más, un año más y sigo en pie...